Las promesas de los gobernadores peronistas a Sergio Massa para asegurar la segunda vuelta.

El panorama político en Tucumán este fin de semana busca dejar atrás la falta de entusiasmo de las últimas semanas y el desempeño en las PASO. La ausencia de liderazgo es una señal de los tiempos. ¿Cristina Kirchner está enviando señales? La incertidumbre rodea al aparato del PJ.

Javier Milei muestra confianza. Tanto él como su equipo creen que en política, al igual que en el fútbol, no se deben celebrar los goles antes de que la pelota entre en la portería, pero ven serias posibilidades de ganar en octubre o, en su defecto, en la segunda vuelta en noviembre.

Desde La Libertad Avanza afirman que de los casi 11 millones de electores que no votaron en las PASO de agosto, la mitad tampoco participará en las elecciones generales debido a su histórica abstención, mientras que la otra mitad podría dividirse en aproximadamente 3 millones de votos para el candidato libertario, 1 millón para Sergio Massa y otro millón para Patricia Bullrich.

Cerca de Milei, destacan que el candidato está trabajando casi a tiempo completo en su programa económico y en las reformas que planea implementar desde el primer día en la Casa Rosada. Su principal preocupación parece ser la respuesta de los movimientos sociales y las protestas en las calles debido a los ajustes que propone en los planes sociales. También se enfrenta al desafío de encontrar líderes y funcionarios para cubrir los 8,800 cargos jerárquicos necesarios según el organigrama oficial, a pesar de que planea reducir drásticamente el gasto público.

En resumen, Milei se siente muy cerca de la Presidencia.

Por otro lado, para la oposición de Juntos por el Cambio y la coalición peronista, el panorama es preocupante debido al auge del movimiento libertario que ha atraído no solo a votantes de la oposición, sino también a sectores del peronismo en el Gran Buenos Aires. A pesar de la inversión en obras públicas, la ola de Milei no se detiene.

En el caso de Massa, busca evitar un descalabro electoral y preservar su posición dentro del peronismo. A pesar de su popularidad inferior a la de los intendentes, necesita sumar tres puntos más para llegar al balotaje y está consciente de que la performance de las PASO podría repetirse o empeorar en las elecciones generales.

La ausencia de Cristina Kirchner en la escena pública ha generado especulaciones, pero sus colaboradores aseguran que sigue activa en la sombra. Su influencia en el peronismo es innegable, aunque nadie parece saber quién lidera actualmente.

El vínculo entre Massa y Cristina Kirchner sigue siendo sólido, y Massa ha buscado el apoyo de la ex presidenta para atraer a sectores populares que apoyaron a Milei en las PASO.

En resumen, el escenario político está marcado por la creciente influencia de Milei y la incertidumbre en el peronismo, con Massa luchando por mantener su posición y Cristina Kirchner operando desde las sombras.