El viernes, Mauricio Macri emprendió un viaje en un vuelo comercial hacia Marruecos para unirse al torneo mundial de bridge, que comienza este domingo, junto a su amigo Pedro “Pierre” Pejacsevich, un asesor financiero que contribuyó, a petición del ex presidente, en la recaudación de fondos para la campaña presidencial de Patricia Bullrich. En los últimos días, desde el oficialismo han insistido en vincular a Pejacsevich con Javier Milei, una relación que el entorno del jugador de bridge niega, aunque es conocido por algunos financieros cercanos al economista libertario.
Aunque en el macrismo afirman que Pejacsevich no está recaudando fondos para Milei, la conexión promovida desde fuentes gubernamentales pretende dividir a Juntos por el Cambio y vincular al ala más radical de la coalición opositora con el candidato de La Libertad Avanza, una relación que el mismo economista ha sugerido y que Macri ha coqueteado durante un tiempo considerable.
Tras el éxito de Patricia Bullrich sobre Horacio Rodríguez Larreta en las primarias, Macri ha vuelto a ganar relevancia en la esfera opositora, un papel que le agrada tanto como a Cristina Kirchner. A diferencia de esta última, que se ha mantenido ausente públicamente en la campaña de Unión por la Patria, Macri ha vuelto al centro de atención. Su influencia se ha sentido en la victoria de Bullrich y en su papel de intermediario con Milei después de que este obtuviera un sorprendente 30% en las primarias. Además, Macri celebró el triunfo de su primo Jorge en la interna porteña.
La oposición se ha enredado en una serie de intrigas que involucran a Macri, Bullrich y Rodríguez Larreta. Mientras tanto, Sergio Massa busca aprovechar esta situación en medio de sus esfuerzos por presionar a un grupo de gobernadores del centro norte del país para lograr un resultado en octubre más similar a las elecciones provinciales que a las primarias nacionales recientes.
Atrapado en la crisis económica que se ha acelerado tras las primarias, el ministro y candidato de Unión por la Patria viajó a Washington para reunirse con Kristalina Georgieva y funcionarios de la administración estadounidense. Mientras tanto, Cristina Kirchner ha mantenido un silencio calculado desde el 17 de julio, su última aparición pública junto al ministro.
La vicepresidenta ha sido elocuente tanto en sus discursos como en sus silencios. El papel de Cristina Kirchner se ha desdibujado desde que retiró la candidatura presidencial de Eduardo “Wado” de Pedro. Su ausencia pública y su distancia estratégica parecen estar dirigidas a dar a Massa un papel central en la campaña, un papel que busca poner en práctica el plan que él y Cristina concibieron antes de las elecciones de 2019, donde Massa se convertiría en líder.
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