En medio de la presión del acuerdo con el FMI y la depreciación de la moneda, Sergio Massa está enfocando su campaña en confrontar con la oposición.

La demora en alcanzar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional está creando complicaciones en la campaña de Sergio Massa, quien debe dividir su tiempo entre su rol de ministro y su candidatura, y constantemente reprogramar sus actividades. Un ejemplo de esto fue su viaje a Washington, que inicialmente estaba planeado para esta semana pero tuvo que ser pospuesto debido a las idas y vueltas en las negociaciones. Esto afectó sus recorridas por el Conurbano, donde busca consolidar el apoyo del voto kirchnerista.

La incertidumbre sobre el acuerdo con el FMI no solo afecta aspectos logísticos, sino que también genera un clima de tensión cambiaria e inestabilidad, algo que el candidato Massa quería evitar. Además, mantiene en agenda el debate sobre la renegociación de la deuda que involucra a Unión por la Patria desde que Alberto Fernández asumió la presidencia y que ha tenido a La Cámpora liderando las críticas.

Massa ha tratado de recuperar tiempo en su campaña, enfocándose en confrontar con la oposición y destacando su visión sobre el modelo de país que defiende. Ha evitado hablar sobre los problemas económicos actuales, los cuales resultan complicados de explicar ya que él es el máximo responsable del área.

El candidato ha elegido a Patricia Bullrich y Javier Milei como sus rivales en esta contienda, representando, a su criterio, los polos opuestos al oficialismo. Su estrategia incluye la defensa del futuro de la patria, la protección de lo nacional y el papel del Estado, oponiéndose a quienes proponen privatizar empresas estatales o arancelar la universidad pública.

En el ámbito económico, Massa tiene previsto viajar a Santiago del Estero el próximo lunes, aunque no hay certezas sobre su agenda del fin de semana debido a la veda electoral. La incertidumbre en la negociación con el FMI, mientras refuerza su imagen como negociador firme, también genera preocupación en su búnker de campaña, ya que sin un acuerdo, la falta de dólares podría afectar su futuro electoral debido a la volatilidad cambiaria.

En resumen, las demoras en el acuerdo con el FMI están afectando la campaña de Sergio Massa, pero él está intentando reforzar su posición como negociador firme y confrontar con la oposición para captar el apoyo de su electorado. Sin embargo, la incertidumbre económica sigue siendo un desafío para su campaña.

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