En la Copa de la Liga, Estudiantes y Gimnasia terminaron el partido con un marcador de empate 0-0.

La previa, el ambiente, y la entrada de los equipos dominaron el clásico de La Plata, dejando poco espacio para el fútbol y las emociones. El partido terminó 0-0 en un encuentro trabado y tenso. Estudiantes tuvo más posesión de la pelota pero no logró generar muchas ocasiones de gol, mientras que Gimnasia se contentó con un empate que lo mantiene en una posición similar en la tabla. Con 37 puntos, comparte el penúltimo lugar con Vélez y deberá jugar un desempate para definir su permanencia en la Primera División.

Hubo pocas oportunidades de gol en el partido. Estudiantes apenas tuvo algunas llegadas, como un remate desde fuera del área de Santiago AscacÍbar y un cabezazo de Federico Fernández que fueron detenidos por el arquero Durso. Gimnasia, por su parte, tuvo aún menos ocasiones de peligro.

Estudiantes se enfocó en mantener la posesión de la pelota pero careció de velocidad y sorpresa en su juego. Su manejo de la pelota fue lento y predecible, y rara vez logró penetrar la defensa de Gimnasia. Incluso con la entrada de Mauro Boselli en lugar de Altamirano, el equipo no logró generar peligro.

Gimnasia, por su parte, se destacó por su orden defensivo y su compromiso en el esfuerzo. No se replegó excesivamente y, en el segundo tiempo, incluso compartió la posesión del balón. El equipo apostó por un juego más directo y tuvo éxito al mantener a raya a Estudiantes.

En resumen, Estudiantes no pudo asumir el protagonismo que se esperaba de él en el partido y no logró quebrar su racha de partidos sin victorias en casa. Gimnasia, a pesar de sus limitaciones, defendió de manera organizada y logró un empate que le es valioso en su lucha por la permanencia en la categoría. Ambos equipos enfrentan desafíos para mejorar su desempeño en casa y como visitantes.