El sector inmobiliario en China enfrenta un panorama sombrío, mientras que la producción no cumple las expectativas

La expansión industrial perdió dinamismo en mayo, a causa de la amenaza de nuevos aranceles. Si bien el gasto minorista experimentó un repunte, aún se ubica en niveles débiles en comparación con el pasado.

La caída del mercado inmobiliario chino se intensificó en mayo, generando nuevos pedidos al Gobierno para que inyecte liquidez y crédito en la economía. Mientras tanto, la producción industrial, que venía manteniendo su crecimiento, no logró alcanzar las expectativas previstas.

De los datos publicados el lunes, los analistas se enfocaron en las malas noticias del mercado inmobiliario, que ha sido el principal lastre para el crecimiento económico de China. La inversión inmobiliaria y los precios de la vivienda registraron una aceleración a la baja el mes pasado.

Por otro lado, la producción industrial aumentó un 5,6% interanual, según la Oficina Nacional de Estadísticas, lo que implica una desaceleración frente a abril y no alcanza la previsión media de una encuesta de Bloomberg. Las ventas minoristas resultaron algo más positivas de lo esperado, pero los consumidores chinos siguen lejos de recuperar el dinamismo previo a la pandemia.

Según la mayoría de los economistas, los datos apuntan a una recuperación todavía débil, que probablemente precisará de más medidas por parte de Pekín para reforzar la demanda de consumo y corregir los desequilibrios, si se quiere alcanzar el objetivo de crecimiento del 5% para este año. Esto podría implicar un aumento del gasto público y mayores esfuerzos por parte del banco central para establecer un piso a los mercados inmobiliarios y conseguir que fluya el crédito.

Para Jacqueline Rong, economista jefe de BNP Paribas para China, lo más decepcionante de los datos de mayo es que las ventas inmobiliarias apenas mostraron mejoras, incluso después de numerosas medidas de apoyo. En su opinión, las autoridades chinas deben encontrar la forma de reducir los tipos de interés de las hipotecas existentes, cerrando esa brecha con los préstamos nuevos.

Por su parte, el Banco Popular de China mantuvo sin cambios el tipo de interés oficial por décimo mes consecutivo. Los expertos afirman que el margen de maniobra del banco para recortar tasas se ve limitado por la necesidad de respaldar al yuan, que enfrenta presiones a la baja a medida que la Reserva Federal de EEUU endurece su discurso de tipos altos por más tiempo.

En el mercado bursátil, las acciones chinas retrocedieron, con el índice CSI 300 cerrando con una caída del 0,2%. Asimismo, el indicador de valores de promotores inmobiliarios chinos se contrajo un 3,2%.

Pese al repunte en la emisión de deuda pública para financiar el gasto en infraestructuras, la inversión global en activos fijos creció un 4% entre enero y mayo, desacelerando frente al 4,2% de los cuatro primeros meses.