Copa de la Liga. River vuelve a festejar con una victoria sobre Barracas.

River Plate regresó al estadio Monumental para un enfrentamiento local después de su eliminación en la Copa Libertadores. A pesar de no deslumbrar en su desempeño, el equipo logró asegurar la victoria.

La atmósfera era especial debido a este reencuentro con su afición tras la eliminación en Brasil y un debut frustrado ante Argentinos la semana anterior. Aunque el estado anímico no era óptimo debido a su situación en el campo, la racha positiva en casa (con 15 victorias consecutivas) brindaba cierto optimismo a los seguidores para mantener su respaldo al equipo.

Sin embargo, surgieron cuestionamientos acerca de la falta de intensidad que se había evidenciado en partidos anteriores. River no logró ejercer su dominio característico al no presionar adecuadamente al rival, lo cual contrastaba con su desempeño en la Liga Profesional que previamente ganó.
Para el partido contra Barracas, el entrenador eligió a Simón como lateral derecho, relegando a Herrera al banco de suplentes. Aunque Simón tuvo dificultades en la marca, Barracas aprovechó este sector para acercarse al área de Armani.

River mantuvo su enfoque similar a los partidos anteriores contra Barracas, lo que resultó en problemas para defender en situaciones de pelota parada. El gol de Sepúlveda surgió de un tiro libre de Tapia en el que Sepúlveda se anticipó en el primer palo.

La urgencia empujó a River a avanzar más en el campo, aunque con desorganización táctica. Aunque Enzo Díaz anotó un gol, el VAR revirtió la decisión, y minutos después, Sepúlveda anotó un gol en propia puerta al intentar despejar con la cabeza.

De La Cruz comenzó a cambiar el panorama al comienzo del segundo tiempo con un tiro impreciso que sorprendió al arquero rival. A partir de ese momento, River asumió el control del partido. La expulsión de Insúa a falta de 20 minutos para el final afectó a Barracas.

Los ingresos de Solari, Colidio, Rondón y Fernández revitalizaron los ataques de River, culminando en goles de Solari y el venezolano. Esta victoria extendió la racha a 16 triunfos consecutivos. Durante esta serie, River anotó 38 goles, concedió solo ocho y mantuvo su valla invicta en nueve ocasiones. A pesar de los desafíos, su fortaleza en casa permanece constante.

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