Patricia Bullrich regresa como Presidenta del PRO después de la derrota electoral.

Después de su derrota en las elecciones que la dejaron fuera del balotaje del 19 de noviembre, Patricia Bullrich retomó el cargo de presidenta del PRO. Esta ex candidata regresa al puesto que la impulsó con el respaldo de Mauricio Macri en su intento frustrado por llegar a la Casa Rosada, y que concluyó el domingo pasado al quedar en tercer lugar con el 23,83% de los votos, detrás de Sergio Massa (36,6%) y Javier Milei (29,9%).

Bullrich anunció su decisión a través de una carta dirigida al Consejo Directivo del PRO, fechada este lunes. En ella informó su determinación de volver a asumir la presidencia del partido a partir de ese día, poniendo fin a la licencia que había solicitado previamente.

Esta ex candidata se había tomado una licencia en la dirección del partido en abril para enfocarse por completo en la campaña electoral. Durante su ausencia, el diputado Federico Angelini de Santa Fe la reemplazó de manera interina. Bullrich enfrenta ahora un escenario complejo, ya que el PRO deberá definir su postura en medio de los gestos de Milei hacia el sector de Juntos por el Cambio.

A pesar de la cercanía entre Macri y Milei, lo que causó tensiones con Bullrich y otros aliados, el PRO debe decidir si dará libertad de acción a sus votantes en la segunda vuelta o si respaldará al libertario. Cualquier apoyo a Milei podría tensar la ya debilitada coalición opositora y llevarla al borde de la ruptura.

Por su parte, Bullrich no ha dado indicios de colaborar con Milei, y hasta hace poco la relación entre ambos era sumamente hostil, con acusaciones mutuas. En su intento por asegurar los votos de Juntos por el Cambio, Milei ha intentado desdecirse de sus ataques hacia Bullrich en las últimas horas.

En cualquier escenario, la transición en las estructuras de Juntos por el Cambio será de máxima tensión. El discurso de Bullrich del domingo ya generó molestias en el gobernador de Jujuy y presidente de la UCR, Gerardo Morales, debido a que difirió del acuerdo previo. La jefatura del radicalismo se niega a respaldar a Milei, quien descalificó duramente a la UCR en la campaña.

En medio de estos conflictos, el ministro de Economía, Sergio Massa, busca persuadir al partido centenario para que se una a un posible “gobierno de unidad nacional”. Todo esto crea la posibilidad de una división en la principal fuerza opositora.