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El equipo experimentó algunas mejoras notables en su desempeño, como una obtención más efectiva, una mayor concentración y un maul que se destacó como la herramienta más efectiva en el ataque.
Los Pumas enfrentaron con determinación a los desafiantes samoanos, superando obstáculos como la lluvia, la dificultad de manejar la pelota y sus propias dudas, mostrando una resistencia admirable. El ambiente en el Stade Geoffroy-Guichard de Saint-Étienne parecía reflejar las palabras de la canción “Naranjo en Flor” mientras el equipo argentino cumplía con la premisa de saber sufrir para ganar un partido crucial y mantener vivas sus esperanzas en la Copa del Mundo, después de una derrota amarga en el primer partido contra Inglaterra. El marcador final indicó un resultado de 19-10, que podría haber sido más amplio y reconfortante, pero la victoria se logró con dificultades.
En comparación con el primer partido, hubo mejoras notables en el desempeño de Los Pumas. La obtención de la pelota fue más efectiva, la concentración se mantuvo y el maul resultó ser una herramienta destacada en el ataque, a pesar de enfrentar a un entusiasta equipo de Samoa, en lugar de la precisa Inglaterra que se encontraron anteriormente en París.
Aunque el ranking de World Rugby solo diferencia a Argentina y Samoa por un puesto (10° y 11°, respectivamente), la percepción de la diferencia entre ambos equipos era mayor para algunos expertos. Se asumía que si Los Pumas volvían a su nivel competitivo frente a las principales potencias, podrían ganar el partido. Aunque la victoria se logró, no fue de manera holgada ni con un punto de bonificación, sino con un esfuerzo deportivo significativo.
La perspectiva de clasificación a los cuartos de final ha cambiado significativamente, ya que se enfrentarán a Chile (el rival más débil del grupo D) y luego a Japón, un partido que recibirá la misma atención que el enfrentamiento contra Samoa.
Samoa es conocida por su pasión por el rugby, y los samoanos dieron la bienvenida al equipo argentino con su tradicional danza maorí, el Siva Tau. A pesar de un inicio temprano en el que uno de los jugadores samoanos recibió una tarjeta amarilla, Los Pumas aprovecharon la ventaja numérica y anotaron un try convertido. Sin embargo, Samoa demostró su resistencia y mantuvo el partido competitivo a pesar de las oportunidades perdidas por Argentina.
En el segundo tiempo, el partido se niveló debido a la falta de eficacia de Los Pumas para aumentar su ventaja en el marcador. A pesar de esto, Samoa continuó luchando y descontó con un try, acercándose a 16-10. Parecía que el final del partido sería tenso, pero el tucumano Nicolás Sánchez, máximo goleador de Argentina, convirtió un penal crucial que aseguró la victoria para Los Pumas.
A pesar de la victoria, Los Pumas aún tienen trabajo por hacer para convertirse en un equipo más sólido y confiable. El Mundial no ofrece mucho margen para experimentar, por lo que el equipo deberá seguir construyendo sobre lo logrado hasta ahora, especialmente si avanza a la fase de grupos.
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