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La difusión de un video que muestra la abarrotada sala de emergencias del Hospital Argerich, con pacientes provenientes de la provincia de Buenos Aires en busca de atención médica, ha generado un nuevo conflicto entre los gobiernos de la Ciudad de Buenos Aires y la provincia. Estas imágenes han puesto de manifiesto una situación que, si bien no es nueva, parece haberse agravado en los últimos meses: muchas personas que no encuentran respuesta en el sistema de salud pública bonaerense optan por trasladarse a la Capital Federal en busca de atención, incluso en situaciones que no revisten emergencia.
El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, ha anunciado la implementación de un nuevo sistema de diagnóstico y atención que dará prioridad a los residentes de la Ciudad en los hospitales públicos. Además, se está considerando la posibilidad de trasladar el costo de las consultas de los bonaerenses al gobierno provincial de Axel Kicillof. Macri enfatizó la necesidad de que la Provincia asuma su responsabilidad en materia de salud en su propio territorio.
Este fenómeno, aunque histórico, ha alcanzado su punto máximo de complejidad en la actualidad. La falta de gestión y la insuficiente inversión en el sistema de salud pública provincial han agravado la situación. La mayoría de los municipios de donde provienen estos pacientes carecen de servicios de salud municipales, lo que coloca una carga adicional en los hospitales porteños. Macri subrayó que si bien se seguirá atendiendo a quienes se encuentren en situaciones de emergencia, muchas de las consultas de los bonaerenses en la guardia no son de carácter primario.
Es importante destacar que aquellos bonaerenses que trabajan y pagan impuestos en la Ciudad de Buenos Aires seguirán teniendo acceso garantizado a la salud pública en los hospitales. Sin embargo, se está buscando una solución a esta problemática que evite el colapso de las guardias hospitalarias y promueva la atención primaria en los barrios a través de los Centros de Salud y Acción Comunitaria (SESAC). El uso histórico de los servicios de salud pública en la Ciudad refleja una proporción de 60% de residentes porteños y 40% de otras localidades, principalmente del conurbano bonaerense, aunque las autoridades están atentas a posibles cambios en esta dinámica debido a la situación económica actual.
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