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La selección exhibió un espíritu de ataque constante a lo largo del encuentro, que finalmente se concretó con las anotaciones de Julián Alvarez y Lautaro Martínez en la segunda mitad.
Lionel Messi fue el artífice de las dos jugadas que culminaron en gol, asegurando un comienzo triunfal para Argentina en la Copa América frente a Canadá. Los vigentes campeones del mundo se impusieron 2 a 0 gracias a que, a los cuatro minutos del complemento, el capitán habilitó a Alexis Mac Allister, quien tras un choque con el arquero canadiense Crepeau, cedió el balón a Julián Alvarez para que este abriera el marcador con el arco a su merced. Y a dos minutos del final, Messi nuevamente filtró un pase preciso para que Lautaro Martínez definiera por debajo de Crepeau, sellando el resultado en un estadio colmado de aficionados argentinos en Atlanta (Georgia).
Sin embargo, la contribución de Messi no se limitó a las asistencias. Disfrutó de dos oportunidades de gol inmejorables que no logró concretar. En una, tras eludir a Crepeau con una finta, el corpulento Cornelius le bloqueó el remate justo cuando la afición celebraba el tanto. En la otra, se escapó en un mano a mano con el arquero, intentó una vaselina que se fue apenas desviada junto al poste derecho. Si el capitán hubiera estado más certero en la definición, Argentina podría haber obtenido un resultado más abultado. Al no ser así, el marcador finalizó en un 2 a 0 que requirió un esfuerzo sostenido hasta el último minuto para conseguirlo.
Pero Messi no se quedó ahí. Tuvo dos chances clarísimas de gol y no las pudo meter. En una, gambeteó a Crepeau y el grandote Cornelius le tapó el remate cuando todos los hinchas gritaban el gol. Y en la otra, se fue solito, quedó mano a mano con el arquero, se la picó por arriba y se le fue cerquita del palo. Si el capitán hubiera estado fino para definir, Argentina hasta pudo haber metido un baile. Como no lo estuvo, el resultado terminó en un 2 a 0 por el que tuvo que transpirar hasta el final para conseguirlo.
Lo más destacado de la Selección estuvo al arranque y al final del segundo tiempo. Primero la movida clave fue que Mac Allister se adelantó para jugar al lado de Messi, así le daba mejor bola a Julián Alvarez y encima, se mandó al área sin pelota y apareció solito para generar peligro. Después, cuando Otamendi entró por Paredes para armar línea de tres atrás, el pibe del Liverpool pasó a jugar de cinco como en su club y otra vez la descosió: sacó la pelota limpia desde el medio y se la dio a Messi y a Lautaro, que había entrado por Julián Alvarez.
Entre medio, Canadá le complicó la vida a Argentina. Ya lo había hecho en el primer tiempo, con todos sus jugadores parados detrás de la pelota y la defensa subiendo casi hasta la mitad de la cancha. Después, siguió con una actitud más agresiva, sobre todo cuando entró el enérgico Shaffelburg por Buchanan para correr por la derecha y su gran figura, Alphonso Davies, empezó a aparecer por el otro lado para complicarle la noche a Molina con sus corridas.
Los canadienses no llegaron tanto, pero “Dibu” Martínez tuvo que trabajar. Con algunos quites y salidas claras desde el fondo, “Cuti” Romero confirmó que está en un momento excelente. Canadá fue un rival incómodo que obligó a Argentina a exigirse al máximo para poder ganarle. Y eso le da valor a una victoria que sirve para empezar a transitar la Copa América en Estados Unidos con los mejores pronósticos. Con Lionel Messi, que a cinco días de cumplir 37 años, sigue siendo la mejor garantía de triunfo.
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