El apresurado pacto de Acassuso entre MAuricio Macri y Javier Milei sacude a la coalición opositora en Argentina.

El repentino acuerdo entre Mauricio Macri y Javier Milei en Acassuso generó una crisis política y agitación en el campo opositor que podría tener el efecto opuesto al deseado: obstaculizar la victoria de Sergio Massa en la segunda vuelta. Desde el domingo por la noche, todo indicaba que Macri y Patricia Bullrich respaldarían a Milei en la segunda vuelta electoral. Sin embargo, la rapidez con la que confirmaron su apoyo provocó una ruptura en la coalición.

Se cuestiona si esta acción fue deliberada o un error de cálculo. ¿Macri no anticipó la reacción interna que desencadenaría? ¿O buscaba acelerar una separación ya existente con el radicalismo y la Coalición Cívica? ¿Prevaleció su animosidad hacia Massa o quería enviar una señal inequívoca a sus votantes?

La mayoría de los líderes opositores, incluidos los radicales, gobernadores y figuras prominentes, se distanciaron del pacto apresurado en Acassuso. Ante la opción de votar por Milei, Massa, en blanco o mantenerse neutrales, Macri respaldó al candidato libertario.

El escenario político resultante conlleva incertidumbre, con la posibilidad de una fractura en la coalición opositora. La reacción adversa a la movida de Macri fue especialmente fuerte entre los radicales, quienes ya habían tenido desacuerdos con él desde la derrota en 2019. Milei también atacó duramente a la UCR durante la campaña.

Sergio Massa ha estado buscando construir puentes con otros sectores políticos, y varios gobernadores optaron por no tomar partido en el conflicto, confiando en sus acuerdos y compromisos con Massa.

El panorama actual plantea desafíos considerables, incluida la situación en la ciudad de Buenos Aires, donde Jorge Macri, recién electo jefe de gobierno porteño, podría enfrentar una Legislatura adversa debido a la posible ruptura en la coalición opositora. La incertidumbre prevalece en la política argentina a medida que se desarrollan estos acontecimientos.