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El candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, se centrará en los próximos días en prepararse para el segundo debate presidencial, que se llevará a cabo en la Facultad de Derecho de la UBA en Palermo, sin necesidad de largos desplazamientos. Massa y su equipo más cercano llevarán a cabo los últimos ensayos y definirán su estrategia en salones de un hotel que se mantiene en secreto.
El ministro-candidato no tiene previsto realizar cambios significativos en comparación con su preparación para el debate anterior en Santiago del Estero. Estará acompañado por su asesor catalán Antoni Gutiérrez-Rubí, el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, el jefe de campaña, Eduardo “Wado” De Pedro, y el vocero Santiago García Vázquez. Además, recibirá asesoramiento externo del equipo electoral enviado por Lula Da Silva, liderado por Edinho Silva.
Massa es consciente de que enfrentará un desafío mayor en este segundo debate, ya que sus rivales habrán aprendido de la experiencia del primer debate y la coyuntura política se ha complicado debido al caso de Martín Insaurralde, el intendente de Lomas de Zamora que apareció en fotos con la modelo Sofía Clérici en Marbella.
A pesar de estas adversidades, Massa se enfocará en preparar respuestas y argumentos para enfrentar a sus rivales, que incluyen a Javier Milei, Patricia Bullrich, Juan Schiaretti y Myriam Bregman. Los cinco candidatos participarán en un debate organizado por la Cámara Nacional Electoral, que se transmitirá por la TV Pública y abordará temas como seguridad, trabajo y producción, y desarrollo humano, vivienda y protección del ambiente.
Massa destacará su experiencia en estos temas, incluyendo su modelo de seguridad implementado en Tigre y medidas para aliviar la carga fiscal tanto para empresas como para familias. También contrastará sus propuestas con las ideas de Milei, especialmente en lo que respecta al comercio internacional y el cuidado del medio ambiente.
A pesar de las complicaciones políticas y económicas, Massa espera afrontar el debate con confianza, aunque reconoce que sus adversarios mencionarán el escándalo de Insaurralde y las turbulencias en el mercado cambiario. En cuanto a este último, ha implementado medidas de control para frenar la escalada de la cotización libre y otros indicadores financieros.
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