Su navegador no soporta AUDIO.
En septiembre, los dólares alternativos experimentaron una disminución en su valor. El dólar libre se alejó de su máximo histórico de $795, al mismo tiempo que la introducción del nuevo dólar soja contribuyó a aumentar la oferta de divisas a través del “contado con liquidación”.
El contexto electoral de este año ha añadido volatilidad a los indicadores financieros, y el mercado cambiario es un ejemplo claro de esta fluctuación. La decisión gubernamental de acelerar la devaluación del peso el 14 de agosto, con un salto de 21.8% en un solo día que llevó el tipo de cambio oficial a 350 pesos, generó una rápida respuesta alcista en las cotizaciones alternativas al “cepo”, lo que resultó en una brecha cambiaria que superó el 120%.
En septiembre, tanto el dólar libre como el contado con liquidación experimentaron un retroceso, mientras que el dólar mayorista se mantuvo constante. La situación se puede analizar desde dos perspectivas: una más optimista y otra más pesimista. Por un lado, la brecha cambiaria se redujo y volvió a acercarse al umbral del 100%, aproximándose a los niveles previos a las elecciones primarias (PASO), lo que podría considerarse como un resultado positivo. Sin embargo, desde una perspectiva negativa, la devaluación abrupta no logró reducir la brecha como se esperaba en el momento de su implementación y generó un aumento significativo de la inflación en toda la economía. Algunos analistas incluso anticipan que la inflación en agosto y septiembre podría duplicar la tasa registrada en julio, que fue del 6.3%.
Hace un mes, el 11 de agosto, la brecha cambiaria entre el dólar libre y el dólar mayorista alcanzaba el 110.5%, con el dólar libre cotizando a $605 y el dólar oficial a $287.35, antes de las PASO del 13 de agosto y la devaluación del 14 de agosto. El 16 de agosto, con el dólar libre alcanzando un máximo intradiario de $795, esta brecha se amplió al 127.1%. Sin embargo, este lunes, con el dólar libre a $717 y el dólar mayorista estable en $350, la brecha se ubicó en el 104.9%, un nivel similar al anterior a las PASO.
En el caso del dólar libre, la inyección de divisas realizada por el Banco Central en el mercado secundario de bonos, a través de su intervención en el dólar MEP, fue crucial para evitar que el precio alcance niveles récord. La entidad monetaria habría vendido alrededor de USD 1,000 millones en reservas líquidas durante agosto y unos USD 200 millones en septiembre para proporcionar liquidez a este mercado, aliviar la presión alcista en el MEP (que en parte se transmitió al dólar libre) y mantener los precios de los bonos en dólares del canje.
Además, este lunes, el “contado con liquidación” se cotizó en torno a los 736 pesos, según la cotización implícita en acciones, Cedear y bonos en dólares en operaciones de contado inmediato y en el Senebi (segmento de Negociación Bilateral) de ByMA (Bolsas y Mercados Argentinos). Este valor es el más bajo desde los $725 del 16 de agosto, y la brecha cambiaria en este segmento se sitúa en el 107%, mucho menor que el máximo reciente de casi el 130% registrado el 30 de agosto, cuando el “contado con liquidación” llegó a 802 pesos.
Es importante destacar que el “contado con liquidación” perdió peso como referencia en el segmento PPT (Prioridad Precio Tiempo) de ByMA, donde el Banco Central interviene comprando bonos contra dólares en operaciones a 48 horas. El precio actual en este segmento es de alrededor de $705 con el Bonar 2030 (AL30C) y el Global 2030 (GD30C).
La introducción del “dólar soja 4” también ha tenido un impacto significativo en la disminución del precio del dólar alternativo. Este nuevo enfoque implica que el tipo de cambio efectivo esté determinado en un 75% por la liquidación obligatoria en el mercado mayorista (MULC) y un 25% por disponibilidad libre, en contraste con las versiones anteriores que fijaban un valor fijo en pesos. Esto acelera la liquidación en el MULC y fomenta las compras oficiales, al tiempo que promueve el canal de divisas de libre disponibilidad hacia el “contado con liquidación”.
En resumen, la estabilidad en el mercado del “contado con liquidación” podría depender en gran medida de las decisiones sobre las tasas de interés esta semana. El Banco Central optó por no aumentarlas la semana pasada, generando incertidumbre sobre su respuesta ante el retorno de la inflación de doble dígito en Argentina después de 32 años. El Banco Central podría poner en riesgo la relativa calma en el “liqui” si decide mantener las tasas sin cambios. Además, se espera que el “dólar congelado en $350” continúe siendo influenciado por los resultados de las elecciones hasta el 22 de octubre, con la posibilidad de ajustes posteriores según los resultados electorales.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *
Comentario *
Nombre *
Correo electrónico *
Web