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El mercado de alquiler actual enfrenta una serie de desafíos que están afectando tanto a los propietarios como a los inquilinos. Los acuerdos con precios fijos, que se establecieron la semana pasada, han colapsado, y los propietarios están retirando los carteles de alquiler de sus propiedades. Los precios están descontrolados, los contratos se están dolarizando y la posibilidad de una “oferta cero” es una amenaza constante. Todo esto crea un escenario de incertidumbre para los inquilinos que buscan un departamento.
La paralización del mercado de alquiler es un reflejo del impacto de la inestabilidad política y económica. A lo largo de esta semana, los propietarios han aumentado los valores de alquiler en más del 25%, pero prefieren retrasar la firma de contratos. Este aumento busca protegerse de la inflación. La falta de oferta y la inflación han creado un ambiente en el que la demanda está dispuesta a aceptar cualquier precio, lo que ha llevado a aumentos significativos en los alquileres.
La ley de alquileres sancionada en 2020, combinada con la escasez de oferta, ha resultado en aumentos considerables en los precios de los alquileres. Los aumentos interanuales han llegado al 289% en monoambientes y al 250% en departamentos de dos ambientes. Esta situación ha llevado a acuerdos fuera de la ley, como alquileres en dólares o tratos privados.
La preocupación por una posible hiperinflación ha invadido el mercado inmobiliario, y en este tipo de escenarios, las partes tienden a desviarse de las normas establecidas y buscan acuerdos privados. La incertidumbre económica y política también ha llevado a una revisión de los contratos existentes. Los propietarios están tomando medidas para protegerse, incluida la renegociación de contratos en función de la volatilidad económica.
La amenaza de “oferta cero” es una preocupación adicional en el mercado de alquiler. La cantidad de propiedades disponibles para alquiler ha disminuido significativamente en comparación con años anteriores. La incertidumbre económica y la falta de incentivos para los constructores han contribuido a esta disminución en la oferta.
En medio de esta situación, se espera que se realicen cambios en la legislación de alquileres. Los actores del mercado buscan mayor seguridad jurídica y una mayor flexibilidad en los términos de los contratos. Los desafíos actuales están generando una necesidad urgente de adaptación y reformas en el mercado de alquiler para garantizar la estabilidad tanto para los propietarios como para los inquilinos.
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