EE.UU. dice que la fuga de documentos secretos es un “riesgo muy grave” para su seguridad

Allí se informa sobre bajas rusas y ucranianas, y la situación en el frente. Otros involucran a países “aliados” como Corea del Sur e Israel.

La filtración de documentación militar secreta de EE.UU. que está circulando por la web, en gran parte relacionada al conflicto entre Rusia y Ucrania, representa un riesgo “muy grave” para nuestra seguridad nacional, advirtió este lunes el Pentágono. Chris Meagher, asistente del secretario de Defensa para asuntos públicos, dijo en un encuentro con periodistas que esos datos “tienen el potencial de difundir desinformación… seguimos investigando cómo sucedió esto, así como el alcance del problema. Se han tomado medidas para observar más de cerca cómo se distribuye este tipo de información y a quién”. 

Un goteo constante con docenas de fotos de documentos aparecieron en Twitter, Telegram, Discord y otros sitios en los últimos días, aunque es posible que algunos hayan circulado en línea durante semanas o incluso meses, antes de que empezaran a recibir la atención de los medios de comunicación. Muchos de ellos ya no están disponibles en los sitios en los que aparecieron por primera vez.

¿Qué información hay en los documentos?

Varios de los documentos filtrados se relacionan con la guerra en Ucrania. Uno proporciona información sobre el estado del conflicto a principios de marzo, incluidas las bajas rusas y ucranianas, mientras que otros detallan situaciones en frentes como la ciudad de Bajmut, uno de los principales campos de batalla.

Otro de los documentos proporciona información sobre las defensas aéreas de Ucrania, que han sido claves para contrarrestar los ataques con misiles y aviones no tripulados rusos. Otro muestra detalles sobre los esfuerzos internacionales para desarrollar las fuerzas militares de Kiev. Un archivo el 23 de febrero marcado como “secreto”, describe la forma en que los sistemas de defensa aérea S-300 de Ucrania se agotarían el próximo 2 de mayo si mantienen el ritmo de uso actual.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, abordó en su reunión de este lunes con los jefes del ejército, el servicio secreto y otras estructuras de seguridad, la necesidad de tomar medidas para evitar filtraciones sobre los planes militares de las fuerzas armadas. El asesor del jefe de la oficina presidencial de Ucrania, Mykhailo Podolyak, tildó de “engaño” las filtraciones y sugirió que se trata de una “operación psicológica de Rusia”.

Por su parte, el Kremlin afirmó que los documentos son “bastante interesantes” y remarcó que “no puede descartarse” que EE.UU. haya espiado a Zelenski. “El hecho de que EE.UU. iniciara hace tiempo la vigilancia de varios jefes de Estado, especialmente en capitales europeas, ha salido a la luz en repetidas ocasiones y ha causado varios escándalos”, expresó el vocero de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.

Las relaciones de EE.UU. con sus aliados

Pero también hay informes que no están relacionados con Ucrania. Uno de ellos apunta a que el Mossad, el servicio de espionaje exterior de Israel, podría haber funcionado como motor de las protestas contra la reforma judicial impulsada por el gobierno de Benjamín Netanyahu, algo que la oficina del primer ministro israelí consideró el domingo que “no tiene fundamento”.

Otros documentos muestran que EE.UU. supuestamente espió en marzo a altos cargos surcoreanos que estaban hablando sobre la presión que Washington había ejercido sobre Seúl para que enviara armas a Ucrania, violando la política surcoreana que tradicionalmente se niega a suministrar armas a países en conflicto.

Estas revelaciones impactaron con fuerza en Corea del Sur, donde algunas voces de la oposición exigieron al presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, que cancele la visita de Estado que tiene previsto hacer este mes a Washington o que, al menos, use ese encuentro para abordar el tema con Biden.

Chris Meagher se negó a comentar si los documentos son auténticos y dijo que un equipo del Pentágono está trabajando para hacer esa evaluación, pero señaló que las fotos que circulan por la web “parecen mostrar documentos similares en formato a los utilizados para proporcionar actualizaciones diarias a nuestros altos mandos sobre Ucrania y las operaciones relacionadas con Rusia, así como otras actualizaciones de inteligencia”. El funcionario de Defensa matizó, diciendo que algunos “parecen haber sido alterados” para mostrar que Ucrania había sufrido más bajas que Rusia, cuando la aparente versión original decía lo contrario. 

¿Qué medidas está tomando EE.UU.?

El Departamento de Justicia estadounidense abrió una investigación criminal sobre la aparente filtración, mientras se realiza una evaluación de su posible impacto en la seguridad nacional. Los funcionarios estadounidenses también se pusieron en contacto con los aliados internacionales de Washington para evaluar el tema, y fueron informados los comités del Congreso pertinentes.

“Se ha realizado un esfuerzo interinstitucional centrado en evaluar el impacto que estos documentos fotografiados podrían tener en la seguridad nacional de Estados Unidos y en nuestros aliados y socios”, aseguró la subsecretaria de prensa del Pentágono, Sabrina Singh. En una rueda de prensa, John Kirby, un vocero de la Casa Blanca, aseguró que el gobierno de Joe Biden está haciendo todo lo posible para identificar la fuente de filtración, pero todavía no pudo hacerlo.

El impacto de la filtración podría ser significativo, poniendo en riesgo a las fuentes de inteligencia estadounidenses y también brindando a Rusia información valiosa sobre el estado de las fuerzas ucranianas. Los documentos relacionados con los aliados de EE.UU. también podrían ser una fuente de vergüenza diplomática, ya que detallan la vigilancia estadounidense a países con los que Washington tiene vínculos estrechos.

Todavía se desconoce el impacto que tendrá esta filtración, pero podría ser la más grave desde 2013, cuando el exanalista Edward Snowden expuso el alcance de los programas de espionaje masivo que Estados Unidos puso en marcha luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001.